"SAQUEN ESA RATA DE MI CUARTO LPQLP!!!"
crónica desesperada by Margarita Gelman
10 de noviembre de 2011



Hoy a la madrugada, Iara, mi hija mayor, al regresar
de una festichola, se topó en su cuarto con una
hermosa ratita gris, de larga cola ella, retozando
sobre la alfombra. GRAN QUILOMBO GRAN!!!,
Iara a los gritos desde la escalera, Margarita, o sea
yo, tacho en mano, para ver si la podía atrapar sin
dañar al pobre animalito de dios, Jorge, mi esposo,
dirigiendo el operativo (por supuesto) y Jojo, mi hija menor, desde su cuarto pidiéndole a Iara que no hiciera ruido porque quería dormir, ignorando el pandemónium del cuarto de al lado.
Quién entró al cuarto de Iara, cual valiente cruzado? Margarita (obvio.). Pero como la altura del puff en donde estaba subida Margarita no era muy cómoda para atrapar una rata, y como la velocidad de ésta era muy superior a la de la valiente y abnegada madre, que a esa altura ya estaba un poquito impresionada, y como tampoco funcionaba ni el tacho, ni el palo de un escobillón para persuadir al animalejo de que debía retirarse de inmediato, a la principal damnificada se le ocurrió una brillante idea: TRAIGAMOS A PARÍS, EL GATO!!!
Y allí corrió velozmente Margarita, escaleras abajo, en búsqueda del felino en cuestión (o lo más veloz que puede correr un individuo cuando es despertado a las cinco de la mañana a la voz de: "una rata lpqlp, qué hago, mamaaaaaaaaaa!!!!!!)
Felino en mano (pensaba que más útil que "tacho en mano"), ingresó Paricita al cuarto. Como la rata no se movía y París, que también había sido violentamente despertada, no interpretó la consigna: "atrapá al ratón!!!", Margarita, en un acto de arrojo e inconciencia, ingresó también al cuarto, se subió nuevamente al puff (obvio), movió la mesita del televisor en donde se había hospedado momentáneamente el animalejo y éste se proyectó atropelladamente justo al lado del felino. AAAAAHHHHHH..!!!!!!!! Lo que sigue sería muy largo de enumerar, pero imagínense el dibujito en donde Tom corre a Jerry y es lo mismo. En ese preciso momento Johanna gritó: "Iarín no puedo dormir!!!.
Bueno, después de unos minutos de intensas corridas y Margarita al grito de: vamos Paricita!!!, "corré Paricita!!! Atrapá al ratón Paricita!!! Que no decaiga Paricita!!! Etc. ambos, ratón y felino, decidieron tomarse un descanso.
Grafico la situación: Yo observando la escena subida al puf, escobillón en mano, el ratón, exhausto asomándose lentamente y subiendo por detrás de un equipo de música que está en el piso, y el felino, también exhausto debido a su peso y a su aburguesamiento, sentado sobre el frente del mismo equipo. O sea, estaban ambos a pocos centímetros. Se miraron (vaya uno a saber los pensamientos que habrán tenido uno y otro), la ratita se subió lo más pancha a la cama de Iara, ante la atenta mirada de Paris y de la mía, se colgó de unos pañuelos que asomaban de una bolsa de papel que estaba colgada del taparrollo (en la que Iara guarda toda suerte de cables de los diversos electrónicos que posee) y se metió GRACIAS A DIOS adentro de la bolsa. Todo esto ante la cachaza del felino, que minutos antes fue una fiera leona persiguiendo un ñu (googlear). Allí Margarita abandonó el puff, largó el escobillón, apretó la boca (de la bolsa de papel, no del animalito.) y salió del cuarto. Johanna, asomada al pasillo luciendo pijama de satén nuevo, rosa con lunares negros y puntilla en los bordes del escote, sentenció: "ahh qué asco mamá!!!" y volvió a cerrar la puerta.
La bolsa de papel fue envuelta en otra bolsa, pero de supermercado y allí fuimos a la puerta de calle, madre y rata, seguidas por Jorge quien abrió la puerta y dio indicaciones (obvio) de cómo debía llevarse a cabo la suelta del animalito.
Margarita en un costado de la calle, abrió la bolsa de supermercado, abrió la bolsa de papel y le dio al pobre animalito una nueva oportunidad de vida. Fin.